En 1926. Luiggi Rocatagliatta, exmilitar italiano, se mudó con su esposa y sus hijos mellizos, de 17 años, a la casa de Entre Ríos al 1081
En la planta baja vivía el húngaro Ernest Zick, su esposa y su hija Celina Amparo, de 16 años
Los hombres se hicieron amigos y recordaban sus batallas. Luiggi tenía una armería, un palomar y un mirador con techo a cuatro aguas, con vista de toda la ciudad
Las mujeres y los jóvenes también se volvieron cercanos. Pero los mellizos se enamoraron perdidamente de Amparo y comenzaron los celos
Cuenta la leyenda que una noche de tormenta, Vittorio ahorcó a su hermano. Pero lleno de culpa, luego se colgó con un alambre en una viga del techo
Su padre, Luiggi, vio el cuerpo de Vittorio en lo alto del mirador y se desplomó. Murió al instante
La leyenda del fantasma creció cuando tres inquilinos de Haití instalaron un templo umbanda allí. Se hablaba de magia negra y de la aparición de la figura del ahorcado en el mirador
También se cuenta que allí vivió Solaris, el personaje "extraterrestre" que inspiró a Eliseo Subiela para filmar “Hombre mirando al sudeste”. Luego el director fue internado en el Borda.